jueves, 30 de junio de 2016

Anuncios por palabras

En el periódico del ayer la tinta se descose.
Las palabras se marchitan, se las lleva el viento
a la ermita del olvido a que el silencio las despose.
Hace un día buscaban: ojos con que ver,
bocas con que hablar, personas donde yacer.
Hace un día buscaban; hoy las busco y no las encuentro.


Adán busca Eva soltera con pecado y sin jardín,
que firme con carmín la marca de Caín en su pasado.

Se busca en el atrezo de este triste vodevil 
un oxidado corazón para el hombre de hojalata
que no duela mientras dure, que cure mientras lata.
Que aún sepa nadar en sangre, en polvo mojado. 

El Conejo de Alicia busca cinco minutos para llegar tarde,
un París que arde busca sobrevivir en un poeta,
siete vidas con vértigo buscan tejado que las salve.
Se busca nostalgia para un futuro que no va a llegar
y la sola sirena de ambulancia busca Ulises con quien huir al mar
y, como la espuma de la ola, desertar en alguna isla desierta.

Fausto busca alma que vender por un secreto,
boca busca lengua en calma bajo la torre de Babel
bajo el jazmín, el clavel y los sonetos.
Urge una condena para el deseo infiel con la pestaña,
doble de escena para el Teseo sin el cordel de Ariadna
perdido en el laberinto sin salida de su piel.

Estrella pregunta por piso en un cielo extranjero
Le han quitado el trabajo las luces de neón 
y  con deseos fugaces no se tapan agujeros.
Zaragoza despierta con un pájaro de menos.
Una lágrima de más se ahoga en el Ebro;
la estatua de Goya llora por su gorrión.

Hace un día buscaban: ojos con que ver,
bocas con que hablar, personas donde yacer.
Hace un día buscaban; hoy las busco y no las encuentro.
Fueron trenes sin estación, estaciones sin primavera,
miradas sin contestación, manchas de café en la encimera.
Anuncios por palabras en el periódico del ayer.