lunes, 21 de marzo de 2016

Línea recta

Lo primero, deja que te cuente tres cosas:
la distancia más corta entre dos puntos es la línea recta,
el peso atómico del vanadio es 50.942
y las verdades matemáticamente absolutas no sirven
para enjugar un alma a las dos de la mañana.


Titular: Poeta borracho toca fondo.
"En un arrebato, la perfección de la métrica
mata a la belleza de la metáfora en el piso que ambas compartían.
Tres versos huérfanos."

Elegía a la sinrazón, a la obscena imaginación
desnuda de lógica y retales de lo apolíneo.
Esta noche bailamos con Dionisos. 
Vals en dos movimientos:
el orden de la araña, el caos de la mosca.

Ofelia, al final fuiste la chica más cuerda del baile.
Por favor, aunque sea sólo esta noche,
no olvides mis pecados.
Toda cara necesita su cruz 
y esta noche se apuesta en confesiones.

No busques en mí un nosotros de escaparate.
No busques columnas de granito,
compras de la mano,
tardes de domingo,
meses de abril.

Quien lo probó lo sabe.

Yo amo como escribo: 
con la voluntad del suicida por contrato,
con vencimientos de plazos, con responsabilidad penal.
Porque da igual lo bueno que sea el verso,
lo trasverso de la rima o la imagen en el reverso.
Tarde o temprano, a los tres puntos suspensivos
siempre les sigue un punto final.


Ah, has de saber una última cosa:
la distancia más corta entre dos puntos es la línea recta
y yo siempre me mato en las curvas.








viernes, 18 de marzo de 2016

Uno

Y vosotros, hijos, regresaréis a vuestra madre.
Y tú, madre, aceptarás a tus hijos.
Y ya no habrá techo ni fruto ni hambre.
Y será el final como el principio.